Muchas personas de buena fe que han podido pensar en la guerra (la de Irak o la de Afganistán, o la que ustedes tengan en la cabeza) como en un ejercicio necesario para la estabilidad de un país o de una región, se han visto sorprendidos por las revelaciones de Wikileaks sobre Afganistán o Irak.
Las últimas informaciones secretas difundidas nos acercan a la cifra de 110.000 muertes en Irak producidas por la contienda, muchas de ellas civiles. Además nos presentan y reflejan las violaciones constantes de los derechos humanos y de la dignidad de las personas.
Es un ejercicio de madurez encontrase con la imagen real de la brutalidad que supone una acción armada, lejos de la idealizada visión del héroe sacrificado y el compañerismo.
Las guerras, cualquier guerra, es cruel, dañina, mutiladora y sanguinaria... debería ser el último recurso depués del último recurso. Y ni aun así...
Falta imaginación y voluntad para superar conflictos.
Pensemos o soñemos tal vez que, a pesar de todo, el ser humano sea extraordinario.
No es una reflexion cercana al mundo de las organizaciones y los RRHH pero para mi al menos era necesaria.
jueves, 28 de octubre de 2010
sábado, 9 de octubre de 2010
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