Como cada verano los medios de comunicación se llenan con
noticias sobre el número de inmigrantes, sin papeles, refugiados… que se
agolpan en las fronteras de Europa.
Hay una necesidad creciente de reflexionar sobre ello de manera
pausada y sin las prisas que marcan los titulares. Se necesita valorar las
políticas que afectan a estos flujos y los mecanismos más efectivos para
revertir las causas que impulsan a personas y familias a buscar un futuro
mejor, o al menos distinto, desarraigándose.
Sin embargo me interesa lanzar algunas ideas sobre esta
realidad más centrada en el plano humano y sobre el impacto en empresas y
organizaciones. Le he dado unas vueltas antes de decidirme a publicar algo, ya
que es un tema que rápidamente ofrece salidas laterales a lugares
comunes y debates encendidos.
Lo que finalmente me animó a publicar esta entrada ha sido
lo que para mí es un destello de lucidez, interesada y sesgada (No
puedes evitar que la gente tenga razón por motivos equivocados),
que deja ver una corriente soterrada pero potente. La patronal
Alemana ve una oportunidad en acoger a 800.000 refugiados durante 2015 por su dificultad para encontrar mano de obra cualificada.
¿Cuánto talento y
capacidad de superación se aglutinan en esa amalgama de personas que quieren
llegar al “paraíso” europeo?. ¿Qué herramientas nos pueden hacer aflorarlo y
aprovecharlo para fortalecer nuestras sociedades, organizaciones y empresas?
Es un reto que no podemos dejar pasar y que queda eclipsado por
el sesgo de identificar en muchos casos a estos colectivos con gasto y
consumo de recursos. ¿Cómo darle la vuelta para que sea una inversión?. ¿Cómo conseguir sentirnos
orgullosos por ser sociedades de acogida que facilitan que cada persona pueda
tener la oportunidad de demostrar lo que vale? Con
este enfoque los primeros beneficiados seremos los actuales habitantes de un
territorio ya que también podremos desencadenar nuestro potencial.
En una sociedad incapaz de mantener sostenible su sistema de pensiones , aun cuando hay quien opina lo contrario, y con una natalidad
bastante razonable pero insuficiente para revertir la tendencia al
descenso de población, no podemos dejar de ver la acogida de inmigrantes
como una oportunidad que tiene que ser aprovechada, regulada y adecuada. No es
fácil, pero tampoco imposible.
Población residente en España
|
Población a
01/01/2014
|
Población a
01/01/2015
|
Variación
%
|
Población total
|
46.512.199
|
46.439.864
|
-0,16
|
Hombres
|
22.877.461
|
22.820.775
|
-0,25
|
Mujeres
|
23.634.738
|
23.619.089
|
-0,07
|
Españoles
|
41.835.140
|
41.992.012
|
0,37
|
Extranjeros
|
4.677.059
|
4.447.852
|
-4,90
|
¿Qué
papel juegan las empresas y organizaciones en este camino?¿Qué aporta la diversidad a una
organización? ¿Qué ventajas tiene acoger a personas de perfiles y orígenes
diferentes?
AL menos al PIB de España le ha sentado históricamente bien, con
un aporte entre 2007 y 2009 de medio punto neto positivo, a falta de datos
más actualizados.
Diferentes estudios (pongo referencia a un interesante artículo que cita varios) demuestran que
incorporar perfiles diversos en una empresa mejora la toma de decisiones,
facilita la innovación, fomenta la creatividad… (muy bonito bla bla bla…)
y aumenta le generación de beneficios (huy!) . Estamos hablando de la
riqueza, y reto, que supone incorporar personas de diferentes países, culturas,
géneros y edades a una organización, manteniendo una cultura empresarial
y objetivos comunes.
En mi experiencia este reto no siempre es fácil de
asumir. Ni siquiera hay en muchas ocasiones interés, y
algunos mandos se ocupan de conseguir que se cumplan las profecías auto
cumplidas y la nueva persona” no encaja”… Nadie ha dicho que sea fácil pero
nunca la gestión del cambio lo ha sido.
El artículo- entrevista comentado termina
con una cita a la que me apunto “Diversity
and independence are important because the best collective decisions are the
product of disagreement and contest, not consensus or compromise.” James Surowiecki.
¿Cuál va a ser la energía del futuro? No va a ser la eólica, ni
la fusión nuclear ni por campos cuánticos… la energía del futuro va a ser la
misma que ha sido hasta ahora: el talento de las personas. Es la razón última que han
permitido a nuestra sociedad llegar a donde estamos. El progresos social ha tenido históricamente como uno
de sus ingredientes los aportes cruzados de poblaciones estables e idas y
venidas de inmigrantes. Y lo sabes. ;-)
Los colectivos de personas que se cercan a buscar una vida mejor
contienen el potencial de nuevos Mozart, Jobs, Gates, Ramon y Cajal, Bolt... y es un reto ilusionante
tratar de convertir esos potenciales en realidad, con el esfuerzo que supone.
¿Y la fuga de talento que se ha dado en España?. A esto le
tenemos que dedicar una entrada en su momento, pero baste decir que se
necesitan acciones contundentes en este plano, y no solo por parte de las
administraciones. Aquí como en casi todo las empresas y organizaciones
tienen mucho que decir.